Ante las recientes amenazas que el gobierno del PP está gestando sobre la inminente reforma de la ley del aborto, la Unión de Juventudes Comunistas de España nos vemos obligada a rechazarla ferozmente.
Ahora más que nunca estamos siendo testigos de una de las regresiones más brutales de la historia contra los derechos de las mujeres. Las amenazas de Gallardón sobre nuevos cambios en la ley, no sólo establece de facto la primacía de unos criterios médicos frente a la voluntad de la mujer para poder decidir libremente, sino también dispone la integridad del feto sobre los derechos fundamentales de las mujeres, respondiendo a la demanda de los sectores más conservadores de la derecha, junto con la iglesia católica, de retrotraernos a los tiempos del nacionalcatolicismo.
Estos criterios sobre los que la Ley se basaría tienen su origen en los más rancios valores patriarcales, abocando a miles de mujeres, en su mayoría inmigrantes en situación administrativa irregular, a la práctica del aborto en clínicas privadas, y en muchísimas ocasiones clandestinas. Ante esto, unidad contra sus ataques, feminismo como respuesta.
Pero únicamente no estamos perdiendo un derecho tan fundamental como el aborto. El debate, pues este no está en si el feto es o no un ser humano, sino en dónde y cómo se están quedando los derechos de las mujeres trabajadoras. Las mujeres somos sujetos de derecho, capaces de opinar, optar y actuar libremente frente a las decisiones de nuestras vidas. Sin embargo, estamos volviendo a tiempos pasados, tiempos en que se nos consideraba como menores de edad, incapaces de tomar nuestras decisiones a causa de una legislación procesada por hombres y por la Iglesia Católica, imperando las decisiones sobre nuestro cuerpo. Las nuevas leyes pretenden que las mujeres trabajadoras volvamos a la esfera de los privado, al cuidado del hogar y de los hijos/as, excluyéndonos del mundo laboral, precarizando aún más nuestras vidas y sin protección de la seguridad social ni de la sanidad pública.