En el sistema capitalista la relación entre el poder económico y financiero está tan ligada que en muchas ocasiones es difícil ver la línea de separación entre ambos y los ejemplos de puerta giratoria entre estos dos poderes hacen constatar, una vez más, la influencia del sistema económico capitalista en la gestión política de los países y de la Unión Europea.
Recientemente hemos conocido la imputación de la actual directora del Fondo Monetario Internacional, Cristina Lagarde, por un caso de corrupción en Francia en su época como ministra de finanzas del Gobierno Sarkozy. Este no es un hecho aislado o debido a una gestión política concreta, sino que la corrupción es algo inherente al sistema capitalista. Los dos anteriores directores del FMI, Rodrigo Rato y Dominique Strauss – Kahn, también han estado imputados por corrupción.
Es paradójico que desde el FMI continúen con el discurso de la necesidad de más reformas estructurales, bajada de salarios, reducción del déficit, ajustes económicos, etc. mientras ellos, lejos de predicar con el ejemplo y aplicarse las medidas de austeridad, siguen viviendo en una realidad totalmente ajena a la que obligan a sufrir a la clase trabajadora. Que uno de los mayores iconos de gestión capitalista en el mundo como es el FMI tenga casos de corrupción tan claros entre sus líderes corrobora la protección que el sistema capitalista brinda a este tipo de prácticas y que la corrupción es ingénita al capitalismo.
Desde la UJCE denunciamos que el sistema capitalista, como ente corrupto y opresor, es el causante de la estafa económica que ellos llaman crisis. La oligarquía y los grandes poderes financieros siguen dictando políticas contra la clase trabajadora basándose en la necesidad de reducir el déficit, hacer frente al pago de una deuda ilegítima y recuperar la economía mientras que esa misma oligarquía capitalistas vive una vida de lujo e impunidad a todos los niveles que está amparada por el poder político y judicial.
Recientemente hemos conocido la imputación de la actual directora del Fondo Monetario Internacional, Cristina Lagarde, por un caso de corrupción en Francia en su época como ministra de finanzas del Gobierno Sarkozy. Este no es un hecho aislado o debido a una gestión política concreta, sino que la corrupción es algo inherente al sistema capitalista. Los dos anteriores directores del FMI, Rodrigo Rato y Dominique Strauss – Kahn, también han estado imputados por corrupción.
Es paradójico que desde el FMI continúen con el discurso de la necesidad de más reformas estructurales, bajada de salarios, reducción del déficit, ajustes económicos, etc. mientras ellos, lejos de predicar con el ejemplo y aplicarse las medidas de austeridad, siguen viviendo en una realidad totalmente ajena a la que obligan a sufrir a la clase trabajadora. Que uno de los mayores iconos de gestión capitalista en el mundo como es el FMI tenga casos de corrupción tan claros entre sus líderes corrobora la protección que el sistema capitalista brinda a este tipo de prácticas y que la corrupción es ingénita al capitalismo.
Desde la UJCE denunciamos que el sistema capitalista, como ente corrupto y opresor, es el causante de la estafa económica que ellos llaman crisis. La oligarquía y los grandes poderes financieros siguen dictando políticas contra la clase trabajadora basándose en la necesidad de reducir el déficit, hacer frente al pago de una deuda ilegítima y recuperar la economía mientras que esa misma oligarquía capitalistas vive una vida de lujo e impunidad a todos los niveles que está amparada por el poder político y judicial.
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