No podemos dejar de relacionar la LGTBIfobia con la violencia machista. A ellas las matan, a las personas LGTBI nos dan palizas, pero el objetivo es el mismo: imponer un orden social de género injusto y que crea desigualdades, sobre nuestros cuerpos y sobre la ocupación del espacio público.
Esta desbordante situación requiere una contundente respuesta de los colectivos feministas y LGTBI en las calles y en las instituciones, para lo cual la movilización del 7N aparece como una gran oportunidad. No podemos permitir que nuestros gobernantes sigan negando un problema endémico que va en aumento, una violencia diaria, no porque antes no sucediera, sino porque ante nuestra insumisión el heteropatriarcado responde con más violencia. Aun así, muchas mujeres no denuncian a sus agresores *[1] y solo 2 de cada 10 agresiones LGTBIfóbicas llegan a la comisaría, permaneciendo el resto de casos invisibles.
La indiferencia de los diferentes gobiernos locales, autonómicos y estatal, al igual que la indiferencia social, matan. Es nuestro deber, como comunistas, formarnos y preparar la respuesta ante estos ataques. Las mujeres y las personas LGTBI no vamos cesar nuestros intentos de construir una sociedad igualitaria y libre, porque el futuro es nuestro y porque solo podemos vencer.
Ninguna agresión sin respuesta! Ni un solo asesinato más! Ante su violencia, rebeldes y combativas!
*[1]Según datos de eldiario.es, los motivos de la no denuncia de la violencia machista serían: 44'6% por no conceder la suficiente importancia a los hechos; 26'56% por miedo a represalias; 21'08% por vergüenza a la opinión pública y familiar.
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