El colectivo de Juventudes Comunista apoya la ya tradicional concentración antitaurina en las Fiestas de San Julián.

Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España en Cuenca, no creemos que el dolor y la muerte de un animal inocente sea motivo de festejo y alegría y por eso queremos unas fiestas populares que no impliquen sufrimiento animal.

La tauromaquia es un negocio poco limpio que supone el desembolso de una gran cantidad de dinero público a un espectáculo atroz, cuando éste podría invertirse en muchas cosas, más importantes, que mejoren nuestras condiciones de vida, como en Sanidad y Educación, y que las plazas se destinen a otras actividades culturales que nos ensalcen como seres racionales y nos enseñen respeto hacia nuestro planeta.

No queremos que este festejo sea algo característico del Estado Español, ni que se nos reconozca por ello fuera de nuestras fronteras.

Por todo esto, apoyamos la concentración antitaurina convocada hoy a las 20h en la plz de la Constitución, y pedimos la abolición de las corridas de toros y de los espectáculos con animales en general.

¡¡Por unas fiestas libres de tortura animal!!

Con motivo del comienzo de la Feria y Fiestas en honor a San Julián, desde la UJCE en Cuenca queremos aprovechar para exigir otro modelo de fiestas.

En primer lugar, nuestro alcalde saluda refiriéndose a San Julián como nuestro “patrón y protector”. Ni queremos patrones, ni necesitamos protectores divinos, la protección real se consigue mediante la unión y organización de la clase trabajadora para defender nuestros derechos, los de la gente que comemos con el fruto de nuestro trabajo, frente a quienes obtienen beneficio a través de dividendos sin mover un dedo.

Es necesario desligar las celebraciones religiosas de las celebraciones institucionales, pero, una vez más, vemos que en nuestra ciudad se siguen incluyendo celebraciones católicas dentro del programa de festejos.

Exigimos que las Fiestas de Cuenca estén libres de agresiones machistas, algo que no se puede conseguir del día a la mañana, puesto que en el ambiente festivo no se hace más que reproducir los roles patriarcales que durante todo el año sufrimos las mujeres y el colectivo LGTBI, pero magnificados por la fiesta. Hay que recordar que las agresiones no son sólo las violaciones (en España hay una denuncia de violación cada 7 horas), también lo son los insultos, los piropos que nadie ha pedido, el acoso, el abuso emocional, la insistencia para bailar, tocamientos y un largo etcétera. Hay que acabar con el “todo vale” en estos eventos, no es excusa ni el ambiente festivo, ni como vayamos vestidas, ni el alcohol o drogas, rechazar estas conductas y educar en nuevos valores es tarea tanto de mujeres como de hombres.

También queremos destacar la situación de las trabajadoras que en estos días están ocupadas en bares, restaurantes, casetas, etc. A las precarias condiciones laborales que se dan en este sector, hay que añadir el acoso y cosificación que sufrimos las mujeres, en una situación en la que además de su integridad, está en juego su empleo.

Otro punto importante es la necesidad de acabar con el maltrato animal en las fiestas populares, estos eventos no deben servir de excusa para que unas pocas personas “se diviertan” a costa del sufrimiento de otros animales. Todo ello subvencionado con dinero público, algo reforzado el año pasado con la concesión por 25 años de la Plaza de toros a un empresario taurino con un módico canon de 3500€ anuales al Ayuntamiento de Cuenca. 

Por último, a pesar de tímidos intentos, creemos que se debería apostar firmemente por potenciar la participación de grupos locales de música, teatro, lectura, pintura, deporte o cualquier otra expresión artística en las fiestas, para lo cual, además de contratarlos en estos eventos, desde el sector público se debería apoyar y fomentar durante todo el resto del año.

Por tanto, queremos disfrutar de unas fiestas en igualdad, libres de agresiones y tortura, laicas y donde la juventud y el resto de la ciudad recuperemos las calles, retomemos el ocio, el deporte y la cultura popular como lo que siempre han sido, forma de expresión, divertimiento y solidaridad de la clase trabajadora.