NUEVA AGRESIÓN A LOS DERECHOS DE LAS MUJERES POR PARTE DE PP-PSOE

. viernes, 16 de julio de 2010
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El lunes 5 de julio de 2010 entró en vigor la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Ante este hecho, la Unión de Juventudes Comunistas de España en Cuenca (UJCE), mostramos nuestro rechazo a la aprobación de dicha ley, ya que las supuestas mejoras en muchos casos no se concretan en medidas para su consecución, y en otros han sido rebajadas mediante de decretos que atienden a criterios impuestos por la iglesia y la derecha.

Desde la UJCE criticamos especialmente que esta ley es aprobada, por el PSOE, manteniendo el aborto en el código penal, y sin asegurar la realización de la interrupción voluntaria del embarazo en la red de la sanidad pública, sin garantizar la equidad territorial, y sin regular el derecho a la objeción de conciencia, mermando posibilidades de prestación en los centros sanitarios públicos, convirtiéndose así en la enésima falta a su programa y traición al movimiento feminista.

Esta Ley lesiona aún más los derechos de autonomía de las mujeres jóvenes, por el contrario, se desconocen las medidas que se pondrán en marcha para garantizar que la Educación y Atención Afectivo Sexual integral y de calidad sean una realidad.

Desde la UJCE exigimos al Gobierno de Zapatero que deje de ceder a la presión de la iglesia y la derecha, se ciña a las razones iniciales de la reforma de la Ley y exigimos el derecho de las mujeres a acceder a la interrupción voluntaria del embarazo en condiciones de seguridad, calidad, intimidad e igualdad, garantizando la puesta en marcha de un conjunto de medidas que garanticen el desarrollo de una Educación y Atención Afectivo Sexual basada en un concepto positivo del hecho sexual humano y de la diversidad sexual. El desarrollo de los derechos sexuales y reproductivos requiere tener voluntad política y dedicar muchos más recursos públicos a la información, formación y atención afectiva y sexual en los ámbitos de la enseñanza, la sanidad y los servicios sociales, que garanticen estos derechos.


¡DOBLEMENTE EXPLOTADAS, DOBLEMENTE REVOLUCIONARIAS!

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