En este 28 de Abril, Día Internacional
de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, debemos tener en la memoria a
las más de 700 personas muertas en accidente laboral en 2011,
integrantes de nuestra clase que sufrieron el terrorismo patronal a
manos de sus empleadores y con la complicidad de un Estado que se
desentiende de esta problemática.
La cifra de personas heridas y
fallecidas por accidente laboral a lo largo de la crisis se ha reducido
debido a la destrucción de puestos de trabajo y al pinchazo de la
burbuja inmobiliaria pero sin embargo, la gravedad de los accidentes ha
aumentado y la proporción de fallecimientos también ha crecido.
Desde la Unión de Juventudes Comunistas
de España no podemos hacer otra cosa más que expresar nuestra más
profunda indignación frente a quienes, con la excusa de la crisis y de
la bajada en las ventas, no dudan en reducir gastos en materia de
prevención y seguridad en el trabajo, lo que conlleva que la clase
obrera pague con su vida y su salud la avaricia de unos pocos.
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