Con todavía el recuerdo de combatividad y unidad que nos dejaron las Marchas de la Dignidad, que llenaron Madrid de resistencia el pasado 22 de Marzo, nos acercamos al 14 de abril, día marcadamente significativo en la conciencia colectiva de todo el pueblo. Esta fecha significa para muchas personas un sueño truncado, los primeros pasos hacia la construcción de una sociedad mejor que pudo ser pero no fue porque el capital, de la mano del fascismo, no quiso que fuera.
Pero no debe ser un día para mirar hacia el pasado, debe ser un momento para mirar al futuro. Miramos hacia una República que venga de la mano de todas, organizándonos en los barrios, en los centros de estudio y de trabajo, en la asambleas de barrio y en los sindicatos. Creemos en una República que no caiga del cielo, si no que venga traída por las manos de aquellas personas que sabemos que otra realidad es posible y que no se rinden frente a los ataques del capital. El régimen se derrumba, y la cada vez más evidente fractura en el sistema bipartidista nos da muestras de ello. De esta manera, es hora de dar un paso adelante afianzando lo conseguido, a través de un trabajo constante, de base y amplio.
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