El amor romántico también mata.

Un año más aprovechando este día, que es entendido como la máxima representación del amor romántico, queremos volver a denunciar los peligros de esta forma de entender las relaciones de pareja.

Más allá de criticar la demostración del amor a través del consumo, práctica común en este día, queremos señalar la función que este día cumple como generador y perpetuador de la violencia machista. El amor romántico implica una dependencia dentro de la pareja, la cual es fácil tienda a aislarse del resto de personas, esta dependencia con su consecuente aislamiento aumenta con la convivencia y con la llegada de hijas e hijos. También implica una relación desigualitaria en la pareja que beneficia siempre al hombre, pues es quien ostenta los privilegios en el actual sistema patriarcal. 

Esta desigualdad y dependencia se acentúan con la alta precariedad económica a la cual el sistema somete a las mujeres. Sobre todo el amor romántico está basado en la consideración de que la mujer es propiedad del hombre dentro de la pareja.

Es imprescindible dejar de idealizar el amor romántico y hablar de él como lo que realmente es: una forma de encadenarse mucho más pesada y compleja de romper para la mujer. Entendemos pues que el ideal de amor romántico es uno de los grandes

motivos del sangrante año que acaba de comenzar en el cual ya hemos visto morir asesinadas a 12 mujeres. Por ello criticamos que en este día las calles y centros comerciales se llenen de frases como: mis modelo de amor basado en los celos, el control o la posesión. Mensaje que reciben también las adolescentes comenzando a entender y a practicar esta forma de entender el amor. De hecho los últimos datos de los informes que realiza el ministerio de sanidad muestran que un 28,8 % de las adolescentes se sienten controladas por sus parejas, el 22% reconoce que su pareja la ha insultado y querido aislar de sus

amistades, también tenemos a un 31% de las jóvenes que creen que un chico agresivo es más atractivo o a un 37,9 % de adolescentes (chicas y chicos) que consideran justo pegar a alguien que te ha ofendido.

Esta visión que tienen las y los adolescentes y que puede parecernos terrible no es más que la realidad que se extrae de la forma de entender el amor que perpetúa este día. Un amor que requiere de un hombre agresivo y una mujer sumisa aunque

creamos que ya habíamos superado estos estereotipos, un amor basado en la desconfianza y los celos, un amor que entiende a la persona como propiedad y que por tanto no respeta su libertad. Un amor enfermizo y envenenado que constituye el germen de una violencia machista que es estructural y que ha alcanzado niveles de problema público.

Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España defendemos un amor libre, independiente, igualitario, basado en el respeto, garante de la libertad de las personas, que entienda que somos completas por nosotras mismas, que nos permite

crecer y desarrollarnos y que nos aleje de modelos estereotipados de hombre y mujer.